Tonalidades musicales
Composición musical
Un tono musical es un sonido único interpretado por un instrumento o creado por la voz u otros medios. El tono musical único tiene varios criterios. Entre ellos están el tono, la intensidad y la duración, así como el timbre. Los músicos suelen estar familiarizados con la variación de tonos en cada una de estas cuatro categorías.
En cuanto al tono, la variación del tono musical es lo que constituye la teoría musical en una sociedad determinada. En las sociedades occidentales, la teoría musical utiliza una convención denominada octava, compuesta por doce tonos. Estos se repiten en registros más altos y más bajos, y controlan la salida y la coordinación de la música para cualquier instrumento, así como para la voz. Otras sociedades tienden a incluir más tonos que la octava de doce tonos, que también se conoce como escala cromática. Los expertos en música suelen estudiar el potencial de añadir más tonos a la música para obtener sonidos más complejos y composiciones más desafiantes.
Los tonos también se evalúan por su timbre, o por su calidad. El timbre define las características de un sonido en relación con su fuente; por ejemplo, un tono tocado en una flauta suena muy diferente de uno tocado en un fagot. Este aspecto del sonido es importante a la hora de crear música digital, ya que los músicos deben comprender cómo afecta la salida digital al timbre de los sonidos musicales. Para ello, hay que analizar técnicamente las distintas medidas de calidad de sonido de un programa informático, sistema de sonido u otro dispositivo específico. En términos técnicos, la calidad de un tono expresada en megahercios o frecuencia de muestreo puede estar relacionada con el «timbre» resultante del tono y de cualquier otro sonido de una pista musical.
Tono de una canción
En total hay doce tonos (o notas), pero al mismo tiempo diecisiete nombres de notas. Esto se debe a que cinco de los tonos, las llamadas notas enarmónicas, pueden recibir dos nombres diferentes.
Do: se toca en la tecla blanca del teclado, situada antes de las dos teclas negras siguientes. La nota se repite en varias octavas (el intervalo entre dos notas del mismo tipo); por lo tanto, se puede tocar Do en muchas teclas; cuántas depende del tamaño del teclado. La nota Do también puede escribirse en su versión enarmónica Si#.
Do# / Reb: en realidad son las mismas notas, pero se denominan de forma diferente según el contexto musical. Si el Do se sube medio tono, se denomina Do#, y si el Re se baja medio tono, se denomina Reb.
Re# / Mib: son las mismas notas, pero se denominan de forma diferente según el contexto musical. Si el Re se sube medio tono, se denomina Re#, y si el Mi se baja medio tono, se denomina Mib.
Nombres de notas musicales
En la música occidental, un sonido constante puede denominarse tono musical. El tono se caracteriza con mayor frecuencia por su altura, como «La» o «Do», pero también incluye el timbre (la calidad del sonido), la duración e incluso la intensidad (la dinámica del sonido). En muchas formas de música, los diferentes tonos se alteran mediante modulación o vibrato.
Por ejemplo, si un violinista toca un Mi y le añade vibrato, deja de ser un tono puro. Ahora tiene pequeñas modulaciones que pueden añadir calidez al sonido, pero también alteran su tono. Un tono puro tiene una forma de onda sinusoidal, que es un patrón de oscilación uniforme y repetitiva. El sonido resultante es muy uniforme y constante.
Como un tono suele referirse a una altura en música, también puede traducirse en pasos musicales. Un paso entero se compone de dos semitonos. Por ejemplo, de Do a Re hay un paso entero, pero de Do a Do sostenido y de Do sostenido a Re hay dos medios pasos. También se les puede llamar «tonos» o «semitonos». Un semitono es esencialmente la mitad de un tono o medio paso.
Música
Tradicionalmente, en la música occidental, un tono musical es un sonido periódico estable. Un tono musical se caracteriza por su duración, tono, intensidad (o sonoridad) y timbre (o calidad).[1] Las notas utilizadas en música pueden ser más complejas que los tonos musicales, ya que pueden incluir aspectos aperiódicos, como transitorios de ataque, vibrato y modulación envolvente.
El teorema de Fourier establece que cualquier forma de onda periódica puede aproximarse tanto como se desee como la suma de una serie de ondas sinusoidales con frecuencias en una serie armónica y en relaciones de fase específicas entre sí. La frecuencia del denominador común, que suele ser también la más baja de estas frecuencias, es la frecuencia fundamental, y es también la inversa del periodo de la forma de onda. La frecuencia fundamental determina el tono del sonido que percibe el oído humano. En música, las notas se asignan a tonos con diferentes frecuencias fundamentales, para describir el tono de los tonos tocados.