Ejemplos de tautología

La repetición es el uso de una palabra o frase más de una vez en un mismo escrito. La repetición, cuando se utiliza correctamente, puede tener un efecto espectacular en la redacción, sobre todo en los ensayos persuasivos.

La primera pauta es asegurarse siempre de que está repitiendo una palabra o frase adecuada. Si no está seguro de qué palabras repetir, pregúntese si tienen sentido juntas y si encajan en el contexto de la frase y el párrafo.

Otra pauta a la hora de utilizar la repetición es asegurarse de que no es excesiva. Si utilizas demasiadas palabras o frases repetitivas en tu trabajo, será como darte cabezazos contra la pared. A los lectores les dolerá la cabeza y querrán dejar de leerlo.

Muchos escritores creen que la repetición es mala. Creen que el hecho de que la misma palabra o frase aparezca más de una vez en un guión es un recurso guionístico que hay que evitar a toda costa. Pero hay ocasiones en las que utilizar la repetición puede dar peso e importancia a las palabras que elijas.

Ejemplos de hipérboles

La hipérbole es la repetición de una palabra o frase. Es un recurso retórico común que se utiliza para añadir énfasis y acento en la escritura y el discurso. La repetición está muy extendida tanto en la poesía como en la prosa, en todos los géneros y formas literarias y en la tradición oral. Además de ayudar a enfatizar o destacar pensamientos y puntos importantes, la repetición puede ser una herramienta clave para autores y oradores a la hora de desarrollar el estilo, el tono y el ritmo.

Las grandes escaleras conducían a una gran casa con una gran puerta principal. Respira, respira, respira, me dije. Sólo tengo que quedarme un segundo, tener miedo un segundo, no gritar un segundo. Puedo hacerlo. Puedo ganar la apuesta. Puedo demostrar que soy valiente.

La epístrofe es la repetición de una palabra al final de cada frase o cláusula. Por ejemplo: «Cada día soy más feliz porque me quieres, soy más pleno porque me quieres, lo tengo todo porque me quieres».

La repetición es un recurso literario importante porque permite al escritor o al orador hacer hincapié en aspectos que considera significativos. Indica al lector o al público que las palabras utilizadas son lo bastante importantes como para repetirlas, y les hace saber cuándo deben prestar especial atención al lenguaje. Además, la repetición ha sido históricamente una técnica importante de la tradición oral, ya que ayudaba a los narradores a recordar detalles y frases que de otro modo habrían sido difíciles de repetir.

Ejemplos de metáforas

Como sugieren sus numerosos nombres, la repetición abarca un área enorme. En cierto sentido, toda la lingüística puede considerarse como el estudio de la repetición, en el sentido de que el lenguaje depende de patrones repetidos». (Jean Aitchison, «‘Say, Say It Again Sam’: El tratamiento de la repetición en lingüística». Repetition, ed. por Andreas Fischer. Gunter Narr Verlag, 1994)

«La repetición es un defecto mucho menos grave que la oscuridad. Los jóvenes escritores suelen tener un miedo excesivo a repetir la misma palabra, y necesitan que se les recuerde que siempre es mejor volver a utilizar la palabra correcta que sustituirla por una incorrecta, y una palabra que puede malinterpretarse es una palabra incorrecta. Una repetición franca de una palabra tiene incluso a veces una especie de encanto, como si llevara el sello de la verdad, la base de toda excelencia de estilo». (Theophilus Dwight Hall, «A Manual of English Composition». John Murray, 1880)

Ejemplos de antítesis

La literatura está llena de repeticiones. Los escritores literarios utilizan constantemente el recurso literario de las palabras repetidas. Creo que el único tipo de repetición que es malo es la repetición descuidada. La repetición que no es intencionada, que suena torpe.

1. «Nory era católica porque su madre era católica, y la madre de Nory era católica porque su padre era católico, y su padre era católico porque su madre era católica, o lo había sido».

Muchos chistes se basan en repetir la misma palabra de diferentes maneras. De hecho, en el mundo de la comedia, hay un término para ello: Un Callback. Es cuando haces referencia a un chiste que hiciste antes en un nuevo contexto, y a través de esa repetición resulta gracioso de una forma totalmente nueva.

Pero lo que hace que esta frase sea genial es el final. Esas tres últimas palabras, que rompen el tiempo de los 6 verbos anteriores (was, was, was, was…) y luego «had been». ¡Ja! El padre era católico simplemente porque su madre había sido católica.

Esta frase también es un gran ejemplo de frase que empieza en un sitio y acaba en otro. Empezamos creyendo en la felicidad del narrador, pero al final, nos sorprende descubrir que sólo siente que debería ser feliz en lugar de sentir realmente la verdadera felicidad. La frase ha sido un viaje que nos ha llevado a alguna parte, desde una verdad enunciada hasta la inversión de esa verdad.

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